- La información es responsabilidad
Inmediatamente el anestesista tiene que informar
“personalmente” al cirujano y a todo el equipo de la situación de la anestesia
y también tiene que recibir información “personal” de los instrumentistas, que
suelen ser ingenieros que manejan equipos complicados. Toda esta información
crítica es “ascendente”, del anestesista al cirujano; y luego en todos los
sentidos. Aquí es evidente que si la información no fluye bien, el paciente se
puede morir.
En una empresa nadie se muere, pero el mal
funcionamiento de la información dispara los costos de coordinación interna, de
los que nadie es consciente porque suelen quedar ocultos, y la competitividad
cae. El flujo de la información crítica en el quirófano tiene lugar “cara a
cara” de forma muy precisa, con inusitada rapidez y gran volumen de matices
enriquecedores. En la empresa parecen creer que la información crítica para el
éxito está en el ordenador o en los informes comerciales y financieros. Es un
error. La información vital está en la línea de contacto directo con el
cliente, con el producto y con el servicio y de acuerdo con los acontecimientos
inmediatos. Lo normal es tener una avalancha tremenda de información, pero la
información clave para poder hacer bien el trabajo brilla por su ausencia.
- La estrategia
En el quirófano existe un claro objetivo común que
comparten todos. Salvarle la vida al paciente, quitándole el cáncer de
estómago. A nadie se le ocurriría Muy raramente la empresa tiene una misión tan
clara, aunque la necesita igualmente para que la comunicación, innovación y
trabajo en equipo funcionen y sean tan buenos como en el quirófano.
- La concentración en la tarea
En el quirófano a nadie se le ocurre marcharse
diciendo “Señores, tengo que ir con el
Comité de Empresa para ver lo de las vacaciones” o
bien “tengo una reunión con el departamento de costes para reducir el gasto de
energía del servicio”. En la empresa comenzamos con tres prioridades adecuadas;
pero a los tres días tenemos 40 más. Y al ver lo colgados y fuera de sí que
estamos todos, nos dan un curso sobre “aprovechamiento del tiempo”, lo
“importante” y “urgente”, con lo cual nos aclaramos todavía menos, al
explicarte como tienes que resolver lo que no tiene solución.
- Trabajo en equipo
El espíritu del trabajo en equipo exige
“indivisibilidad” y no deben existir fisuras. Este grupo del quirófano, como en
cualquier empresa, está formado por un conjunto de especialistas, cada uno de
los cuales hace una tarea muy distinta, e inútil por sí sola. Nótese que
ninguno puede hacer bien su trabajo por sí solo si no tiene en cuenta el
trabajo que tienen que hacer los demás.
Ninguno, por separado, puede lograr resultados. El
objetivo, sólo lo puede lograr el equipo; y se logra brillantemente en la
medida que sea indivisible. El trabajo en equipo no es simplemente cuestión de
consenso, tolerancia y buen ambiente sino, sobre todo, de responsabilidad, humildad
y compromiso con los resultados.
- Nadie puede fallar
Un trabajo en equipo es bueno primero cuando todos
y cada uno de sus integrantes hace genialmente bien él solo su propio trabajo.
Nadie puede fallar. El quirófano, lo mismo que el equipo directivo de una
empresa, son tipos de equipos que trabajan en serie (no en paralelo) y si uno
de sus miembros falla, todo falla.
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